Salmón a la mostaza antigua y miel
4-5 filetes de salmón
1/4 taza de mostaza antigua (la que viene en granitos)
2 cucharadas de miel de abeja
2 cucharadas de aceite de oliva
Sal y pimienta
Pon en un refractario grande un poco de aceite de oliva para evitar que el pescado se pegue. Acomoda los filetes de salmón con la piel hacia abajo y pon sal y pimienta al gusto.
En un recipiente mezcla la mostaza, la miel y las dos cucharadas de aceite de oliva. Pon esta mezcla sobre el pescado y tapa con papel aluminio. Hornea aproximadamente 40 minutos a 180ºC.
Pasta al pesto con vegetales rostizados
1 atado de espárragos (aprox 1 docena)
1 caja de jitomates cherry
1 lata de corazones de alcachofa
Aceite de oliva
Sal y pimienta
1 paquete de pasta (la que quieras, te recomiendo tagliateli)
1/2 taza de salsa pesto (hecha en casa o comprada)
Queso parmesano rallado
Corta los espárragos en aproximadamente 4 pedazos cada uno al igual que los corazones de alcachofa; ponlos en un refractario con los jitomates, sal y pimienta al gusto y un chorro de aceite de oliva. Integra todo con tus manos y hornea aproximadamente 40 minutos a 180ºC, moviendo cada 5-10 minutos para lograr un buen rostizado.
Pon a hervir agua; cuando rompa el hervor agrega un poco de sal y la pasta (no le pongas aceite). Hierve por aproximadamente 10-12 minutos (para que quede al dente). Escurre, pero reserva un poco del agua de la cocción. Regresa la pasta a la cacerola y agrega la salsa pesto disuelta en el agua que reservaste de la cocción de la pasta; mueve hasta integrar perfectamente.
Para armar el plato completo pon un poco de la pasta al pesto y encima los vegetales rostizados; espolvorea queso parmesano. A un lado acomoda el salmón y listo!
Aunque son varios pasos, esta receta es muy sencilla porque prácticamente todo se hace en el horno. Para ahorrar tiempo el día de hoy usé salsa pesto comprada (tenía un frasco empezado en el refrigerador); prometo pronto subir la receta de pesto casera.
Es importante tomar en cuenta la calidad de los ingredientes. El salmón chileno es una excelente opción y lo puedes comprar fresco (nunca ha sido congelado) o congelado. La diferencia de precios es considerable entre ambos (el fresco es más caro) y el sabor es prácticamente igual. Solo necesitas considerar que requiere varias horas para descongelarse de forma gradual y conservar así la firmeza de la carne.
Otro ingrediente que vale la pena mencionar es el queso parmesano. No compres el que viene en bote porque es todo menos queso. Vale la pena invertir un poco en un queso parmesano de calidad, tomando en cuenta que solo necesitas un poquito para dar un gran sabor.
La mostaza en grano le da un excelente sabor, que es mas sutil que el de la mostaza amarilla tradicional. Puedes encontrar esta mostaza antigua en el súper y la puedes reconocer porque tiene granitos de diferentes tonos.
Esta receta es de las favoritas de mi familia y es excelente para un fin de semana, en el que podemos comer todo recién salidito del horno.
domingo, 16 de agosto de 2015
martes, 11 de agosto de 2015
Helado sin lácteos ni huevo
Helado de plátano con fresa y chocolate
8 a 10 plátanos
1 1/2 tazas de fresas congeladas
2 cucharadas de cocoa en polvo
4 cucharadas de leche de coco en polvo (opcional pero muy recomendable)
2 cucharaditas de vainilla
6 sobres de splenda
Pela los plátanos, córtalos en 3 ó 4 pedazos y congélalos por una noche (o más). Saca los plátanos del congelador y déjalos unos 5 minutos a temperatura ambiente. Divide los pedazos en tres partes.
Pon en el procesador de alimentos (o la licuadora) un tercio de los plátanos y comienza a moler, agrega las fresas; va a ser necesario parar varias veces el dispositivo y movilizar el contenido con una espátula (no te desesperes, poco a poco tendrá una consistencia cremosa y no vayas a caer en la tentación de agregar líquido). Finalmente agrega dos cucharadas de leche de coco en polvo, 3 sobres de splenda y una cucharadita de vainilla. Debes continuar procesando hasta que tengas precisamente la consistencia de helado, que como te comento puede tardar varios minutos y ser necesario parar y movilizar con la espátula en varias ocasiones. Una vez que lo logres pon el helado en un recipiente y congela.
Para el de chocolate, procesa de la misma forma los dos tercios de los plátanos que quedaron hasta tener una consistencia cremosa; agrega las dos cucharadas de cocoa en polvo, 3 sobres de splenda, una cucharadita de vainilla y las 2 cucharadas de leche de coco en polvo. Procesa hasta tener consistencia de helado. Pon en un recipiente y congela.
Encontré esta receta en internet hace un par de semanas y me pareció que era una excelente día, aunque dudaba un poco de la consistencia y el sabor. Por fin tuve un tiempo para hacerla y me sorprendió lo rico y cremoso que queda. Es una opción saludable para chicos y grandes porque no tiene azúcar añadida. Además es una excelente opción para personas alérgicas a lácteos y/o huevo.
La leche de coco en polvo le da aún más cremosidad (la receta original no la tenía) y la consigues en el súper en el área de "productos saludables"; si no la encuentras no te preocupes, no es fundamental en la receta (puedes sustituirlo por una cucharadita de aceite de coco extravirgen). Puedes agregarle Splenda, stevia o dejarlo sin endulzar.
El secreto radica en tener paciencia con el procesador o licuadora y mover varias veces.
¡Inténtalo! ¡No te vas a arrepentir!
8 a 10 plátanos
1 1/2 tazas de fresas congeladas
2 cucharadas de cocoa en polvo
4 cucharadas de leche de coco en polvo (opcional pero muy recomendable)
2 cucharaditas de vainilla
6 sobres de splenda
Pela los plátanos, córtalos en 3 ó 4 pedazos y congélalos por una noche (o más). Saca los plátanos del congelador y déjalos unos 5 minutos a temperatura ambiente. Divide los pedazos en tres partes.
Pon en el procesador de alimentos (o la licuadora) un tercio de los plátanos y comienza a moler, agrega las fresas; va a ser necesario parar varias veces el dispositivo y movilizar el contenido con una espátula (no te desesperes, poco a poco tendrá una consistencia cremosa y no vayas a caer en la tentación de agregar líquido). Finalmente agrega dos cucharadas de leche de coco en polvo, 3 sobres de splenda y una cucharadita de vainilla. Debes continuar procesando hasta que tengas precisamente la consistencia de helado, que como te comento puede tardar varios minutos y ser necesario parar y movilizar con la espátula en varias ocasiones. Una vez que lo logres pon el helado en un recipiente y congela.
Para el de chocolate, procesa de la misma forma los dos tercios de los plátanos que quedaron hasta tener una consistencia cremosa; agrega las dos cucharadas de cocoa en polvo, 3 sobres de splenda, una cucharadita de vainilla y las 2 cucharadas de leche de coco en polvo. Procesa hasta tener consistencia de helado. Pon en un recipiente y congela.
Encontré esta receta en internet hace un par de semanas y me pareció que era una excelente día, aunque dudaba un poco de la consistencia y el sabor. Por fin tuve un tiempo para hacerla y me sorprendió lo rico y cremoso que queda. Es una opción saludable para chicos y grandes porque no tiene azúcar añadida. Además es una excelente opción para personas alérgicas a lácteos y/o huevo.
La leche de coco en polvo le da aún más cremosidad (la receta original no la tenía) y la consigues en el súper en el área de "productos saludables"; si no la encuentras no te preocupes, no es fundamental en la receta (puedes sustituirlo por una cucharadita de aceite de coco extravirgen). Puedes agregarle Splenda, stevia o dejarlo sin endulzar.
El secreto radica en tener paciencia con el procesador o licuadora y mover varias veces.
¡Inténtalo! ¡No te vas a arrepentir!
domingo, 9 de agosto de 2015
Gelatina de zanahoria
¡Verduras hasta en el postre!
4-5 zanahorias ralladas
1/2 taza de pasitas o arándanos deshidratados (opcional)
1 sobre de gelatina de naranja o mandarina (aunque puedes usar tu favorita) regular o light
3 tazas de agua
En una cacerola pon a hervir las tres tazas de agua; cuando rompa el hervor agrega el sobre de gelatina (hacerlo de esta forma hace que tengas una gelatina más firme).
En un molde grande o varios pequeños acomoda las zanahorias ralladas y las pasitas y agrega la gelatina.
Mete al refrigerador hasta que cuaje.
Esta gelatina es una excelente opción para el postre o como colación. Por increíble que suene sabe deliciosa con un poco de chile piquín espolvoreado. Si la haces en moldes pequeños puedes mandarla de lunch a los niños (te recomiendo que no sea en días de mucho calor).
¡Excelente opción para comer tus cinco porciones de vegetales al día!!!
Calabacitas rellenas de carne molida
Calabacitas rellenas de carne molida
12 calabacitas redondas
12 calabacitas redondas
750 gr carne molida (res, cerdo o mezclada)
1/2 taza de arroz
Aceite de aguacate
6-7 jitomates
1 diente de ajo
1 cucharadita de orégano
1/4 cebolla
Sal y pimienta
Un poco de agua por si la salsa queda muy espesa
Sal y pimienta
Un poco de agua por si la salsa queda muy espesa
Comienza por cortar el extremo superior e inferior de las cabalacitas, procurando conservar la mayor parte de la pieza y teniendo mucho cuidado de no romperla; saca la pulpa con una cucharita pequeña y consérvala.
Pon la carne molida en un recipiente y agrégale el arroz, sal y pimienta al gusto; mezcla hasta incorporar perfectamente. Comienza a rellenar las calabacitas con la carne. Dependiendo el tamaño de las calabazas, es probable que te sobre carne. Yo hago bolitas pequeñas para agregarlas también al caldo.
Aparte, pon en una cacerola una cucharada de aceite de aguacate. Ahí pon los jitomates cortados en cuatro pedazos, el ajo, la cebolla, el orégano y un poco de sal y cocina hasta que los jitomates cambien de color y se comiencen a desbaratar (alrededor de 10 minutos); pasa todo a la licuadora y muele en velocidad alta. Cuela esta salsa y regrésala a la misma cacerola que habías utilizado (si esta muy espesa agrégale un poco de agua). Acomoda las calabazas rellenas, las bolitas de carne y la pulpa de las calabazas que habías reservado. Rectifica la sal y si es necesario agrega a tu gusto. Deja cocinar por aproximadamente 45 minutos y ¡listo! Puedes servirlas al momento aunque esta receta es ideal para preparar una noche antes y tener comida lista cuando llegues a casa.
Esta receta es un súper favorito de mis hijos y una excelente forma de que coman verduras... generalmente cuando las preparo únicamente les ofrezco esto de comer, aunque pueden ser sopa o puedes servir una ensalada de vegetales crudos antes de las calabacitas rellenas.
sábado, 8 de agosto de 2015
Arroz chino
Este arroz tiene la ventaja que preparas únicamente un platillo, porque contiene tanto el arroz como verdura y carne. Yo te sugiero algunas verduras (que es como generalmente lo hago) pero tú le puedes poner germinado de soya, arbolitos de brócoli, chayote o lo que más te guste, solo teniendo en cuenta que los pedacitos deben ser pequeños para que se alcancen a cocinar perfectamente.
2 cucharadas de aceite de oliva, aguacate o coco
100 gr tocino cortado en tiritas finas
Un manojo de cebollas de cambray cortadas finamente (con todo y sus cositas verdes)
1 zanahoria grande en cubitos pequeños
1 calabaza grande (zuccini) en cubitos pequeños
Salsa de soya al gusto
1 huevo ligeramente batido
250 gr camarones pacotilla (los chiquitos que ya te vende cocidos)
2 milanesas de pechuga de pollo asadas y cortadas en cubos pequeños
3-4 tazas de arroz blanco ya cocido
En una cacerola pon el aceite y agrega el tocino cocinando hasta que suelte su propia grasa. Agrega las cebollas y mueve hasta que estén acitronadas (ligeramente transparentes). Agrega los cubitos de zanahoria y calabaza moviendo para que se impregnen con el resto de los ingredientes. En este momento agrega la salda de soya a tu gusto. Cuando las calabazas estén ligeramente cocidas agrega el huevo batido y mueve constantemente (te tiene que quedar como un huevo revuelto con todo lo anterior). Ya que el huevo está cocido, agrega los camarones y el pollo, moviendo para integrar todos los ingredientes perfectamente. Por último, integra el arroz y listo!!!.
Esta semana hice una variante de este arroz chino y los niños no se dieron cuenta de la diferencia y se lo comieron tan bien como siempre. La receta es idéntica, solo que al final en lugar de agregar arroz blanco agrega "arroz de coliflor".
Se prepara cortando una coliflor en pedacitos muy pequeños o moliéndola cruda en la licuadora o el procesador, solo teniendo en cuenta no pasarse; te tienen que quedar grumos grandes (precisamente como si fueran los granitos de arroz). Una vez que tienes el "arroz", pon en la cacerola 1 cucharada de aceite de coco y agrega la coliflor. Mueve muy bien para impregnar la coliflor con el aceite, agrega un poco de sal y tápalo. Cocina hasta que la coliflor este suave (consistencia de arroz) lo que toma aproximadamente unos 15 minutos.
La ventaja de esta opción es que los niños comen más verduras y se reduce la ingesta de hidratos de carbono, para quienes tienen diabetes, problemas de peso o simplemente no les gusta el arroz.
Pescado empapelado
Esta receta es muy sencilla y
saludable, además de que requiere pocos minutos de preparación y una vez dentro del horno o la vaporera, ya no tienes que hacer nada.
4 porciones
4 filetes de pescado blanco
4 nopales enteros
2 jitomates en rodajas
1/2 cebolla fileteada delgada
Perejil
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Papel aluminio para envolver
Puedes elegir el pescado que
te guste (no recomiendo salmón ni atún porque son pescados de sabores más
fuertes que requieren ingredientes que resalten más su sabor). A mí no me gusta
el pescado basa o tilapia cultivados porque la carne es "gelatinosa"
y tienen un sabor muy mediocre. Generalmente yo utilizo filete de mojarra o
blanco de oriente.
Ya que tienes todos tus
ingredientes limpios y listos, vas a cortar una pieza de papel aluminio de
aproximadamente 30x30 cm; teniendo de base el papel, vas a poner un nopal, un
filete de pescado salpimentado a tu gusto, rodajas de jitomate, rebanaditas de
cebolla y algunas hojas de perejil. Agrega otro poquito de sal a los vegetales
y después un chorrito de aceite de oliva (aporro 1 cucharada). Envuelve bien el
pescado y los vegetales con el papel aluminio. Ya que tengas todos tus
envoltorios los puedes poner en una vaporera o en una fuente para meter al
horno por aproximadamente unos 45 minutos.
Para servir solo tienes que
retirar el papel y generalmente yo lo acompaño con arroz blanco y pongo en la mesa limones, mayonesa y alguna salsa.
lunes, 3 de agosto de 2015
Pizzetas fáciles.
¡¡Para compartir!!
Esta receta es ideal como bocadillo para alguna fiesta o para mandar de lunch a los niños. El sabor a pizza no falla porque le gusta a chicos y grandes. Estas "pizzetas" son fáciles de transportar y frías son deliciosas.
En este momento que escribo tengo alrededor de 60 piezas horneándose porque mañana las voy a compartir con mis compañeros de clase.
Para hacer precisamente alrededor de 60 piezas pequeñas (unos 3 cm de diámetro) necesitas:
1 kg de pasta hojaldrada (yo la compré por la comodidad)
Salsa de jitomate para pizza o pasta
1/2 kg de jamón (de preferencia virginia por la forma cuadrada)
400 gr de queso mozzarella rallado
1 huevo batido con un poco de agua
Un par de puñitos de harina
Precalienta el horno a 180ªC y engrasa y enharina las charolas (aprox 3).
Siempre es importante precalentar el horno para que en el momento que metas cualquier cosa que quieras hornear el calor sea uniforme en el interior del horno y se lleve a cabo una mejor cocción. Se requieren aproximadamente 10 minutos y depende de cada horno, así que conforme lo uses lo vas a ir conociendo.
Esparce un poco de harina en la mesa de trabajo y comienza a estirar la pasta hojaldrada; yo trabaje primero con la mitad para facilitar el trabajo. Extiende tanto como puedas para que queden unas tiras de aproximadamente 15 cm de ancho por 30 cm de largo. Si te quedan partes disparejas córtalas con un cuchillo para tener un rectángulo. Pon la salsa de jitomate a lo largo de la pasta y acomoda las rebanadas de jamón; después distribuye un poco de queso. Forma un rollito con el jamón y el queso y luego envuélvelo con la pasta hojaldrada. Te va a que quedar un rollo grande que hay que cortar en trozos de aproximadamente 4 cm. Ve acomodando los rollitos con una de las partes que se ven del jamón hacia abajo. Deja espacio entre ellos. Barniza los lados con huevo.
Hornea aproximadamente 30 minutos (va a depender de tu horno) o hasta que empiecen a estar doraditos.
¡Estos rollitos son un éxito total con los niños!
¡¡Para compartir!!
Esta receta es ideal como bocadillo para alguna fiesta o para mandar de lunch a los niños. El sabor a pizza no falla porque le gusta a chicos y grandes. Estas "pizzetas" son fáciles de transportar y frías son deliciosas.
En este momento que escribo tengo alrededor de 60 piezas horneándose porque mañana las voy a compartir con mis compañeros de clase.
Para hacer precisamente alrededor de 60 piezas pequeñas (unos 3 cm de diámetro) necesitas:
1 kg de pasta hojaldrada (yo la compré por la comodidad)
Salsa de jitomate para pizza o pasta
1/2 kg de jamón (de preferencia virginia por la forma cuadrada)
400 gr de queso mozzarella rallado
1 huevo batido con un poco de agua
Un par de puñitos de harina
Precalienta el horno a 180ªC y engrasa y enharina las charolas (aprox 3).
Siempre es importante precalentar el horno para que en el momento que metas cualquier cosa que quieras hornear el calor sea uniforme en el interior del horno y se lleve a cabo una mejor cocción. Se requieren aproximadamente 10 minutos y depende de cada horno, así que conforme lo uses lo vas a ir conociendo.
Esparce un poco de harina en la mesa de trabajo y comienza a estirar la pasta hojaldrada; yo trabaje primero con la mitad para facilitar el trabajo. Extiende tanto como puedas para que queden unas tiras de aproximadamente 15 cm de ancho por 30 cm de largo. Si te quedan partes disparejas córtalas con un cuchillo para tener un rectángulo. Pon la salsa de jitomate a lo largo de la pasta y acomoda las rebanadas de jamón; después distribuye un poco de queso. Forma un rollito con el jamón y el queso y luego envuélvelo con la pasta hojaldrada. Te va a que quedar un rollo grande que hay que cortar en trozos de aproximadamente 4 cm. Ve acomodando los rollitos con una de las partes que se ven del jamón hacia abajo. Deja espacio entre ellos. Barniza los lados con huevo.
Hornea aproximadamente 30 minutos (va a depender de tu horno) o hasta que empiecen a estar doraditos.
¡Estos rollitos son un éxito total con los niños!
Cerdo con col.
Esta receta me encanta porque es muy sencilla de hacer y tiene un gran sabor. Yo generalmente la hago en la olla de lento cocimiento, que es un dispositivo eléctrico cocina los alimentos de forma muy lenta, lo que permite maximizar los sabores. Si tú no tienes una olla de lento cocimiento puedes utilizar una olla express.
1 kg de carne de cerdo cortada en cuadros pequeños
1 cebolla fileteada
3-4 zanahorias cortadas en rodajas
1/2 col mediana fileteada
1/2 taza de pure de jitomate
3 cucharadas de aceite de oliva o aguacate
3 cucharadas de vinagre balsámico
2 cucharadas hierbas italianas (orégano, albahaca, romero)
2 hojas de laurel
1 cucharada de salsa de ostión o pescado
1/2 taza de agua
Sal y pimienta
En un recipiente grande pon la carne, la cebolla, las zanahorias y la col y salpimenta a tu gusto. Después agrega el puré de jitomate, el aceite, el vinagre, las hierbas y la salsa de ostión y revuelve hasta que la carne y las verduras queden impregnadas con el resto de los ingredientes. Finalmente agrega la media taza de agua. Coloca todos los ingredientes en la olla de lento cocimiento por aproximadamente 6 horas o en la olla express por aproximadamente 45 minutos después de haber escuchado el silbidito.
Esta carne yo la combino con un spaguetti muy sencillo, porque los sabores importantes los encuentras en la carne.
Spaguetti al tomillo
1 paquete de espaguetti de 200 gr
1 cucharada de mantequilla
1 cucharada de aceite de oliva
1 cucharada de caldo de pollo en polvo
1/2 taza de crema
1 cucharada de tomillo
Pon a hervir el espaguetti (o cualquier pasta de tu preferencia) en agua con sal y dos hojas de laurel. No le pongas aceite al agua de cocción porque eso impediría que se adhieran los ingredientes de la salsa a la pasta. Una vez que está cocido retira del fuego y escurre (no tires toda el agua de cocción, conserva un poco).
En una cacerola pon la mantequilla con el aceite de oliva y agrega el espaguetti cocido. Revuelve bien para impregnar la pasta con el aceite; agrega el caldo de pollo en polvo y un poco del agua que reservaste y revuelve bien. Finalmente agrega el tomillo y la crema, moviendo solo lo necesario para que se impregne la pasta con la salsa.
Si cuando lo quieras recalentar está un poco seco utiliza un poco de leche.
¡Hola!
La idea de escribir este blog nace de la insistencia de algunas amigas en que les comparta mis recetas, porque todos los que nos encargamos de preparar la comida para nuestra familia nos encontramos con la dificultad de hacerlo por falta de tiempo o simplemente porque no se nos ocurren ideas.
Yo no soy chef ni trabajo en nada relacionado con la comida, sin embargo, desde muy chica me encanta cocinar y lo hago con mucho gusto para mi familia. Es un tiempo que disfruto y aprovecho para relajarme; cocino prácticamente todos los días porque tenemos que comer todos los días.
Tengo dos hijos, uno que come prácticamente lo que le de y otro muy remilgoso, por lo que es todo un reto hacer que coma. Mi esposo y yo comemos prácticamente de todo y somos osados al probar nuevas cosas. En el día a día trato de hacer comida saludable y balanceada, aunque también de vez en cuando preparo recetas "para pecar".
Iré compartiendo mis recetas conforme las haga para mi familia así como algunos tips para facilitar tu trabajo en la cocina y que cocinar deje de ser una gran preocupación o martirio y que además garantices que tu familia está consumiendo alimentos saludables.
Espero que esté blog te sea de utilidad!!
Beka
La idea de escribir este blog nace de la insistencia de algunas amigas en que les comparta mis recetas, porque todos los que nos encargamos de preparar la comida para nuestra familia nos encontramos con la dificultad de hacerlo por falta de tiempo o simplemente porque no se nos ocurren ideas.
Yo no soy chef ni trabajo en nada relacionado con la comida, sin embargo, desde muy chica me encanta cocinar y lo hago con mucho gusto para mi familia. Es un tiempo que disfruto y aprovecho para relajarme; cocino prácticamente todos los días porque tenemos que comer todos los días.
Tengo dos hijos, uno que come prácticamente lo que le de y otro muy remilgoso, por lo que es todo un reto hacer que coma. Mi esposo y yo comemos prácticamente de todo y somos osados al probar nuevas cosas. En el día a día trato de hacer comida saludable y balanceada, aunque también de vez en cuando preparo recetas "para pecar".
Iré compartiendo mis recetas conforme las haga para mi familia así como algunos tips para facilitar tu trabajo en la cocina y que cocinar deje de ser una gran preocupación o martirio y que además garantices que tu familia está consumiendo alimentos saludables.
Espero que esté blog te sea de utilidad!!
Beka
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