martes, 11 de agosto de 2015

Helado sin lácteos ni huevo

Helado de plátano con fresa y chocolate

8 a 10 plátanos
1 1/2 tazas de fresas congeladas
2 cucharadas de cocoa en polvo
4 cucharadas de leche de coco en polvo (opcional pero muy recomendable)
2 cucharaditas de vainilla
6 sobres de splenda

Pela los plátanos, córtalos en 3 ó 4 pedazos y congélalos por una noche (o más). Saca los plátanos del congelador y déjalos unos 5 minutos a temperatura ambiente. Divide los pedazos en tres partes.
Pon en el procesador de alimentos (o la licuadora) un tercio de los plátanos y comienza a moler, agrega las fresas; va a ser necesario parar varias veces el dispositivo y movilizar el contenido con una espátula (no te desesperes, poco a poco tendrá una consistencia cremosa y no vayas a caer en la tentación de agregar líquido).  Finalmente agrega dos cucharadas de leche de coco en polvo, 3 sobres de splenda y una cucharadita de vainilla. Debes continuar procesando hasta que tengas precisamente la consistencia de helado, que como te comento puede tardar varios minutos y ser necesario parar y movilizar con la espátula en varias ocasiones. Una vez que lo logres pon el helado en un recipiente y congela.
Para el de chocolate, procesa de la misma forma los dos tercios de los plátanos que quedaron hasta tener una consistencia cremosa; agrega las dos cucharadas de cocoa en polvo, 3 sobres de splenda, una cucharadita de vainilla y las 2 cucharadas de leche de coco en polvo. Procesa hasta tener consistencia de helado. Pon en un recipiente y congela.




Encontré esta receta en internet hace un par de semanas y me pareció que era una excelente día, aunque dudaba un poco de la consistencia y el sabor. Por fin tuve un tiempo para hacerla y me sorprendió lo rico y cremoso que queda.  Es una opción saludable para chicos y grandes porque no tiene azúcar añadida. Además es una excelente opción para personas alérgicas a lácteos y/o huevo.

La leche de coco en polvo le da aún más cremosidad (la receta original no la tenía) y la consigues en el súper en el área de "productos saludables"; si no la encuentras no te preocupes, no es fundamental en la receta (puedes sustituirlo por una cucharadita de aceite de coco extravirgen). Puedes agregarle Splenda, stevia o dejarlo sin endulzar.

El secreto radica en tener paciencia con el procesador o licuadora y mover varias veces.

¡Inténtalo! ¡No te vas a arrepentir!

No hay comentarios:

Publicar un comentario